Parece que
fue ayer cuando paseando con mi chico por el parque nos paramos en la terraza
de un bar. Fue en ese momento donde empezó la aventura ALMOGAVAR.
La cerveza
que me estaba bebiendo entraba fresquita pero más lo agradecieron aquellos
cuatro guerreros que desafiando el calor extremo de aquel día llegaron montados
en sus respectivos corceles. De siempre me había llamado el tema del ciclismo e
incluso había probado ya con mi amigo David la experiencia de participar en una
cicloturista, pero aquel día picado por la curiosidad de la marca que montaban,
decidí dar el salto que hasta ahora no me había atrevido a dar. Como decía, aquellos
aguerridos valientes, se sentaron en la terraza y enseguida dieron cuenta de la
cerveza, que se atizaron en un breve espacio de tiempo. A esa primera le siguió
una segunda y después
una tercera y yo me fuí y todavía se quedaron, con lo que se deduce que alguna
más cayó.
Como digo, me llamó la atención la marca de las bicicletas. Hasta la
fecha no había visto ninguna y luego, como no, el ambiente que mantenían
aquellos cuatro extraños. Con el paso del tiempo puedo asegurar que uno de
ellos era Andrés, sin ninguna duda, otro el Súper y de los otros dos no puedo
poner la mano en el fuego. Andrés no hablaba, solo gritaba; el Súper no hablaba, solo llevaba la contraria a Andrés y ya digo que de los otros dos no puedo
decir nada. Me quedé con la pegatina que montan algunas Massis y cuando llegué
a casa me metí en internet y busqué Ciclos Almogávar. Se lo comenté a David y
estuvimos hablando sobre el tema en cuestión y poco a poco empezaron a tomar
cuerpo las ideas que se nos planteaban.
David ya
pertenecía a un club, pero el ambiente no parecía muy
propicio para que yo pudiera salir con ellos (demasiado profesionales) y a
pesar de todo me compré la equipación. Lo siguiente que ocurrió es que él se
iba al Líbano y entonces me quedaba sin pareja de baile para salir de vez en
cuando con la flaca.
El caso es
que un buen día me presenté en la tienda y pregunté por el precio de algunas de
esas bicicletas que en su momento me llamaron la atención y enseguida reconocí
en aquella foto del mural a los "bestias" de la terraza. Fue todo tan
deprisa por las ganas de comprar aquellas bicis que en nada encargué la de
David y Joaquín, el tendero, me vendió la suya y a poco más me vende hasta el
coche que utiliza para dar a conocer la tienda. El caso es que habíamos dado el
primer paso. Lo siguiente era probarlas y salir con la gente del club. La primera
quedada fue un éxito arrollador; allí nos plantamos en las murallas David y yo.
Pronto apareció el primer y UNICO Almogávar del día, Jorge el Pulsaciones. Esa
mañana, en un esfuerzo de educación, quiso salir con dos desconocidos y ahora
con el tiempo reconozco y valoro el que se quedara y no se fuera por patas. Seguramente
y gracias a aquel día hoy estamos donde estamos. Esa mañana recuerdo que
hicimos la etapa de Valmadrid y todo transcurrió con normalidad.
Me pregunto
que pensó en aquel momento nuestro querido Fleky. Ya habíamos dado dos pasos
importantes....bici y salidas. Lo siguiente era oficialmente entrar en el club.
Como se
entra oficialmente?? Cena de Navidad en la Venus. Allí nos desvirgamos.
Las tres o
cuatro primeras salidas habíamos coincidido muy pocos puesto que para esas
fechas la gente hace bicicleta de montaña y fue en esa cena donde se juntaron
las dos secciones y ya pudimos conocer más
en profundidad a la gente. Sobre todo al vehemente contertuliano Andrés (a veces
lo imagino en el Sálvame Deluxe). Rafa el extremista, Súper el Súper; Sergio el
apaciguador, Napolitano el de las ingles brasileñas....y un largo etcétera. Fue
una cena genial y desde el primer momento nos vimos como uno más de la grupeta.
Los meses pasaron y no dudé en comentar a mis amigos próximos el increíble buen
rollo del club y animé a alguno a que se apuntara. Jesus enseguida lo hizo. Se compró
bici y al lio.
Más tarde llegaron los días de las cicloturistas
y visto el ambiente, estaba claro que tenía que hacer alguna. Acierto total NO,
lo siguiente. Esta gente se lo monta increible. La única
pega que tuve que dormir con Rafa una noche...claro la novatada del nuevo.
Durante este
año se han sucedido infinidad de anécdotas, muy buen ambiente en general y además
nos hemos exigido duramente en las salidas y en las marchas... yo por lo menos. Hablaría de
todo ello pero eso queda entre los que disfrutamos de esos días. El que quiera
saber, que vaya.
He aprendido
a rodar, a no comer bocatas de salchichón con mantequilla, a depilarme las
patas como Napo, a decirle que si a Rafa en todo porque ya sabemos todos que
necesito nacer siete veces, a saber que aquí nadie entrena ni sale, a
"conducir" la flaca de vuelta a casa con ocho cervezas encima, todavía
no he descubierto la marca de laca que utiliza Jorge para el flequillo, saber
por recomendación de Sergio que el plátano es indispensable para ir en bici, que
es mejor ir detrás de Jesús y David porque les gusta pinchar solo a ellos; solo
falta que esta nueva temporada nos pongamos todos más fuerte aun de lo que
estamos y espero que Carlitos deje atrás viejos fantasmas y consiga acabar
conmigo la QH. Ese día, que tiene que llegar, fijo que derramo alguna lágrima y
si no llega por lo que sea, solo me conformaré con poder disfrutar del Club en
toda su extensión.
Si soy ya Almogávar no me corresponde decirlo a mí. Por
favor Andres, Rafa, no abandonéis esto y haced de nuevo que otra temporada así
sea la primera de otras muchas. El reloj funciona cuando lo hacen todos sus componentes
y todos sabemos que sois piezas claves. Gracias a todos y como diría un tarao
FUERZA Y HONOR CHAVALES.
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