jueves, 28 de junio de 2012

Moncayo 4 Cimas 16-06-2.012

19-06-2.012

Crónica de El Pulsaciones.

Sobre las 7 de la mañana, los 3 Almogávares que acudimos a participar en la prueba, salíamos en dirección Tarazona con hora de llegada prevista de las 8,10 h. Suficiente para recoger dorsales y prepararnos para pedalear a las 9. Esta vez vamos en el mismo día debido a la cercanía a la que estamos. Cosa que se agradece.

Mientras estamos esperando en el recinto ferial la entrega de dorsales, nos enteramos que al final hay 250 personas inscritas. ¡Bien! Será nuestra mejor clasificación en una cicloturista. Quedaremos entre los 250 primeros, ja,ja,ja,


Foto de Juan Carlos Alvaré de Ciclismo a Fondo

Saludamos a Chema de la peña Los Conejos y charlamos con algún que otro participante. Especial mención merece Juan Carlos Alvaré de la revista Ciclismo a Fondo, con el que compartiremos muchos trozos de la ruta. No paró de sacarnos fotos en todo el camino.

Con los dorsales en la mano, nos vamos al coche a prepararnos. Esta vez nuestro maillot será el blanco. Ponemos las placas en la bici, el chip en el tobillo, el dorsal en el maillot y cada uno se prepara sus cosas. Lo que queda claro es que vamos a tener un día muyyyyyyyyyyyyy caluroso. A esas horas, el sol clienta ya de lo lindo.

Acudimos a la línea de salida con 5 minutos de antelación. Suficiente porque no hay ningún agobio por el número de participantes que somos. Todavía nos da tiempo de hacernos fotos y todo. Y encima, la salida se retrasa casi 10 minutos porque estaban esperando al chofer del coche que abría la cabeza de la prueba, ja,ja,ja,ja.

El Pulsaciones, Comandante Serch y Capitán Cuello de Hierro
Dan la salida y vamos neutralizados un buen rato. Justo un poco antes de empezar a subir el puerto del Buste, el coche desaparece y los de adelante empiezan a estirar el grupo. Rápidamente se forman 2 pelotones, uno el de los que querían disputar la prueba y otro el de los que íbamos mas bien a cumplir el expediente.

Es este segundo grupo en el que íbamos nosotros, se empieza a subir a un ritmo bastante cómodo, pero al poco rato se pone una marcha más y comienzan a quedarse las primeras unidades. El Capitán y yo seguimos colocados entre los primeros y marchamos bastante bien de piernas, lo que se traduce en un “arreón” de Cuello de Hierro al que solo seguimos 4 o 5 “locos”.

Para entonces, hacía rato que el Comandante Serch se había quedado cortado. Le cuesta mucho calentar y coger ritmo en la primera hora de las pruebas y eso unido al calor que hace, parece que le pasará factura más adelante.

Llegamos arriba y nos vamos dejando caer para que nos alcance el grupo y de esta forma marchar juntos hasta el próximo puerto. Vamos mirando hacia atrás y no aparece nadie. ¿Pero qué ha pasado? ¿Tan rápida ha sido la subida o es que va todo el mundo contándose chistes? Al rato nos alcanza Juan Carlos Alvaré. Charlamos un poco con él y se va hacia delante para coger otro grupo que teníamos a 200 metros. Seguimos esperando a que se nos unan los otros y al pasar por el Santuario de Misericordia, pensamos seriamente en esperar allí con unos voluntarios que estaban tomándose una cervecita fresca. Verás que bronca nos vamos a llevar del Comandante. No hay manera, hasta pasado Ainzón, no nos alcanzaron.

En el grupo vienen poniendo el ritmo unos del Club Ciclista Los Coyotes de Epila y otros de Adrenalina de Utebo. Nos ponemos detrás con Serch pero como va picando hacia arriba, no queda mucho tiempo para la “cháchara”. Hasta Tabuenca se va bastante deprisa y cuando paramos en el avituallamiento, el Comandante empieza a dar los primeros síntomas de problemas en las piernas.

Foto de Juan Carlos Alvaré de Ciclismo a Fondo
Seguimos para afrontar la subida del puerto de La Chabola y al rato, otra vez el grupo deshecho. ¿Pero qué pasa hoy?
Una vez llegamos arriba, esta vez lo subo más tranquilo acompañando a Serch, comenzamos el descenso para coger a Cuello de Hierro que ya estaba “enfilao” bajando.

Foto de Juan Carlos Alvaré de Ciclismo a Fondo
El Comandante pierde rueda y le costará bastante juntarse. Llegamos a Tierga para coger el cruce dirección Calcena, y en este tramo rompe piernas las fuerzas le empiezan a flaquear un poco. ¡Pues no queda nada! Aquí marchamos otra vez en compañía de Juan Carlos Alvaré.

Foto de Juan Carlos Alvaré de Ciclismo a Fondo


Foto de Juan Carlos Alvaré de Ciclismo a Fondo

Cuando llegamos al avituallamiento de Calcena, la cara de sufrimiento de Serch, nos deja preocupados. Creemos que el hombre del mazo le acaba de dar un primer aviso en forma de calambres. Cuando retomamos la marcha, le tenemos que avisar que se ha dejado el bidón en algún sitio. ¡Malo! No sabe ya ni lo que hace.

De Calcena hasta Purujosa, nos reagrupamos otra vez con más gente y este trozo se hace más llevadero. El Capitán, como es costumbre en él, va ejerciendo de relaciones públicas del Club y va hablando hasta con las piedras del camino, ja, ja, ja,

La subida al puerto de Beraton, acaba de confirmar nuestros malos presagios. El Comandante sufre de lo lindo. Se pone un ritmo muy bueno y constante pero la escabechina que se monta es de Aúpa. Sobre todo en las rampas que hay pasado el puente cuando pica al 8%. Además, soplaba aire de cara, que aunque no era muy fuerte ayuda a endurecer más la subida.

Foto de Juan Carlos Alvaré de Ciclismo a Fondo

Foto de Juan Carlos Alvaré de Ciclismo a Fondo


Foto de Juan Carlos Alvaré de Ciclismo a Fondo

El Capitán corona el primero. Yo llego sobre un minuto después y mientras comemos y bebemos, esperamos al Comandante. Aparece a los 8 minutos.
Le tenemos que sujetar la bicicleta para que pueda bajarse porque está totalmente acalambrado. Ahora sí que se parece a Robocop andando, ja,ja,ja,

Foto de Juan Carlos Alvaré de Ciclismo a Fondo
Dejamos que recupere mientras el Capitán entabla una amena conversación con las mujeres de Beraton. Seguimos camino hacia Cuevas de Agreda, pensando que al ser todo bajada, la cosa ira mejor. Error, al poco tenemos que parar porque le dan calambrazos otra vez. Además hay un par de repechos que acaban por rematar las piernas antes de llegar al cruce de la carretera nacional.

Llegamos como podemos al cruce y aquí sí que podemos decir que bajamos más o menos a una muy buena velocidad sin contratiempos. Esto sí que es todo para abajo. Vamos con un chico de Murchante dando relevos. Por el camino cogemos a otro que lleva un maillot de Perdiguera que ya lleva en la cabeza tirar recto para Tarazona y olvidarse de hacer el bucle del Moncayo.

Cuando llegamos al trozo de autovía que tenemos que pasar dirección Torrellas, uno de los que va en el grupo pincha. Serch dice que se va para adelante despacio y que ya le cogeremos. El Capitán y yo nos quedamos para ayudarle a reparar y también para que no vaya solo en la bajada y así enganchar más fácilmente. Es una faena dejarlo tirado allí.

Una vez solucionado el problema, y encaminados de nuevo hacia abajo, no habían pasado ni 500 metros cuando de repente, ¡PISSSSSSSSSSSSSSS! Nuevo pinchazo. Esta vez el perjudicado es Andres. Menos mal que no pasó nada porque la velocidad a la que íbamos era bastante alta y controlar la bici con la rueda de atrás dando bandazos es muy peligroso. Reparamos lo más rápido posible, pero ya será imposible coger a los que van por delante hasta el siguiente puerto. Hemos perdido unos diez minutos entre los dos pinchazos y eso es mucho tiempo de ventaja.

Bajamos todo lo rápido que podemos dándonos relevos el Capitán y yo, pero antes de llegar a Los Fayos, el que iba con nosotros no puede seguirnos y se queda cortado. Ya no le esperaremos. Empezamos las primeras rampas de abajo, que son bastante duras, con un calor sofocante. Aquí me empieza a pasar factura el esfuerzo anterior y las piernas ya no me responden igual. Tengo que bajar el ritmo y poner todo el desarrollo para no morirme en Agramonte. El Capitán va tirando de mí. ¡Que sufrimiento!

Foto de Juan Carlos Alvaré de Ciclismo a Fondo

En la subida alcanzamos a Chema de Los Conejos que nos había pasado mientras arreglábamos la rueda. Lo dejamos con el compañero que iba y seguimos dirección San Martin de Moncayo. Cuando llegamos al avituallamiento, estaba Sergio esperándonos para seguir juntos los 2 últimos kilómetros del puerto. Creo que me bebí 3 litros de líquido entre agua, coca-cola y Aquarius. ¡Que sed tenía! Subiendo hemos visto los 40 grados en el pulsometro.

En este ultimo trozo, vamos buscando las pocas sombras que hay por el camino y se hace un poco más llevadero. Llegamos al paso del tiempo intermedio y ahora sí que vamos para abajo para acabar como podamos.

El trozo que hay desde Vera de Moncayo hasta la rotonda después de Trasmoz, se hace bastante duro. Entre que pica para arriba un poco y que pega el aire de cara, nos acaba de machacar del todo.

Llegamos a meta juntos los 3 Almogávares. Por lo que dicen ha habido bastantes retirados así que no sé cuantos hemos terminado en realidad.

Comemos, nos hacemos fotos con el homenajeado y con esto acaba otro dia de disfrute con la bici.

Con Fernando Escartín.
En resumen, bonita cicloturista que sirve de preparación para la QH si te la tomas con mucha tranquilidad y te acompaña la meteorología. Creo que para el año que viene deberían de cambiar la fecha para que vaya más gente y sobre todo mejorar el stock de cervezas. Cuando llegamos no había ni una. Se las debían de haber bebido de tres en tres de la sed que tenían.......

Otra marcha “pa’lasaca” y a esperar la siguiente.


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